martes, 3 de febrero de 2009

NAVALUCILLOS, LOS

Dimas Adanez Horcajuelo
Julián Trujillo Romero
Santos Tabliega Sáez-Miera
Julio Sierra de Agüero
Juan Manuel Pinto García
Adolfo Díaz Ramírez
Nicasio Díaz Ramírez
Nazario Magán Muñoz
Juan Antonio Paramio Sánchez
Críspulo Pinto Acevedo
Angelita Navarredonda del Cerro
Teodosia Pinto Navarredonda
Josefa Pinto Navarredonda
Adolfo Gómez Illán
Manuel Ruiz Muñoz
Ignacio de la Rocha Romero
Pedro Ortiz Romero

Otros nombres que aparecen en la relación de la GP:
Casiano García Gómez
Antonio García Gómez
Vicente Rulo Tapial (de Alares de los Montes)
Valentín Mencía Querencias (id.)
Juan Francisco Gil Alvaro (id.)
Gregorio Gómez Martín (id.)
José Añez Calles (de Robledo de Buey)

Caídos en acto de servicio
Regino Gómez Navarredonda
Esteban de los Ríos Martín
Emiliano Mora Mencía
Marcelino Illán Pinto
José de la Rocha Pérez
Ismael Pinto del Cerro
Jacinto Sánchez-Sierra Romero
Pedro Romero Salt
Manuel Díaz Nevado
Moisés de Paz Gómez
Valeriano Angelina Illán
José Ruano Pascual

5 comentarios:

  1. Adolfo Gómez Illán fue fusilado el 9 de septiembre de 1936

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    1. Su verdadero nombre era:
      Adolfo Gómez Fernández Illán

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  2. Ángel hermano del notario Dimas Adanez Horcajuelo murió el 7 de agosto de 1973 a consecuencia de la persecución.
    Su hermano Germán si sobrevivió y su esposa también según esquela de 1939

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    1. El Chato era un maqui, que merodeo por los montes de Los Navalucillos, despues de la guerra civil, robando a los pobres campesinos que no tenian para comer.

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  3. En octubre de 1932, hubo en el anejo de Robledo del Buey un crimen de cierto alcance popular y mediático. El día 29 de este mes, el órgano diocesano oficioso abría contraportada con una noticia con el título: «Un fratricidio en Robledo del Buey». El mismo día, un vocero del integrismo católico era más explícito: «Asesinan a palos a su hermano y mutilan su cuerpo horriblemente». Quedaba fijado el perfil básico de un hecho de violencia rural, ocurrido el día 24, que conmocionó a sectores de la sociedad provincial y nacional. Sobre las diez de la noche del día de autos, un jornalero de 55 años de edad, natural de El Campillo de La Jara, Emilio García Gómez (a) el Campillano, murió de la brutal paliza que le dieron en su propio domicilio sus hermanos, Antonio y Casiano, solteros, de 45 y 51 años de edad respectivamente; al menos uno de ellos convivía con el finado. Estos llevaron el cadáver a la calle principal del pueblo, intentado confundir sobre las circunstancias del asesinato, mientras la esposa de la víctima borraba huellas del crimen, allí fue hallado a la mañana siguiente.
    Al parecer, el mayor de los Campillanos, «de carácter pendenciero», se embriagaba habitualmente, no daba «buena vida a su mujer» y tenía frecuentes altercados con sus hermanos, todos ellos, «si no temidos si rehuidos por sus convecinos». Aquella noche, estos le apalearon con saña hasta acabar con su vida, alegando que habían sido agredidos previamente. Tras las investigaciones pertinentes y obtenidas las oportunas confesiones, la Guardia Civil puso a los tres partícipes a disposición del juzgado de instrucción de Navahermosa. En una carta publicada en El Castellano, el médico de El Campillo de la Jara intentó defender el buen nombre del municipio jareño, matizando que hacía más de 40 años que la familia de Los Campillanos abandonó su pueblo de origen. No disponemos de la documentación del sumario instruido, pero sabemos que Antonio y Casiano García Gómez cumplían condena a mediados de julio de 1936, quizás en la prisión provincial de Toledo, y se beneficiaron de la general puesta en libertad de presos comunes y políticos. Es muy probable que regresaran al lugar de su antigua residencia y que su presencia allí moviese a un grupo de vecinos/milicianos locales a aplicarles la pena de muerte que la República en paz no contemplaba imponerles años atrás.
    Referencias: El Castellano, 29-X-1932, p. 4 y El Siglo Futuro, 29-X-1932, p. 6. Otros medios se anticiparon, La Región, 28-X-1932, p. 4 y La Voz, 28-X-1932, p. 7, y muchos se unieron después a la oleada informativa, La Voz, 29-X-1932, p. 2; El Sol, 29-X-1932, p. 5, El Pueblo, 29-X-1932, p. 6 y 30-X-1932, p. 8; La Gaceta de Tenerife, 30-X-1932, p. 6; La Independencia, 30-X-1932, p. 2 La Libertad, 29-X-1932, p. 7 y 30-X-1932, p. 7; La Voz de Soria, 1-XI-1932, p. 2. Artículo más completo y detallado, en El Castellano, 1-X-1932, p. 2.
    El Castellano, 5-XI-1932, p. 4. Ruiz Alonso (2004): v I, 207 y AHN, CG, 1047, exp. 16, f. 8

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